La salud de tu niño depende de una buena alimentación
Un estilo de vida sano, caracterizado por una dieta variada y equilibrada asociada a la actividad física regular, es determinante para las mujeres en edad fértil y durante el embarazo, para los futuros padres y para el bebé.
Si programas un embarazo es recomendable suplementar la dieta con 0,4 mg por día de ácido fólico (producto dentro de la “fascia A”, que incluye medicamentos esenciales) durante por lo menos dos meses antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo.
Durante el embarazo se recomienda abstenerse del consumo de alcohol, tabaco o sustancias estupefacientes.
Tanto en la edad fértil como durante el embarazo, la nutrición cumple un papel fundamental ya que es responsable, no solamente del bienestar de la mujer sino también del bienestar del feto durante la vida intrauterina, del recién nacido, del niño y del adulto (Barker 1992).
La OMS y el UNICEF recomiendan que los niños sean amamantados exclusivamente al seno durante los primeros seis meses de vida y aconsejan continuar, complementando con una alimentación adecuada, si la mamá y el niño lo desean.
La integración con leche artificial debería efectuarse solo bajo indicación del pediatra, una vez que se han agotado todos los intentos para realizar una lactancia eficaz con la leche materna.
Iniciativa Baby Pit Stop
Amamantar es un derecho de las madres y de los niños y debe volverse una costumbre natural y pública. ATS Città Metropolitana di Milano y UNICEF promueven la difusión de los baby pit stop (BPS). El baby pit stop es una zona específica dentro de los espacios públicos donde se puede amamantar y cambiar el pañal.
A partir de los seis meses, la leche materna debe integrarse con otros alimentos. Será el niño quien nos hará comprender si está listo para probar otros alimentos.
Como norma general, a esta edad está listo para enfrentar el cambio y la elección del momento depende de la madurez neurológica del lactante (de su capacidad de estar sentado y de mantener derecha la cabeza, de la coordinación ojos-mano-boca, de la capacidad de deglutir los alimentos) y del interés que demuestre por alimentos diferentes de la leche.
Desde los 6 hasta los 12 meses es importante comenzar a modificar gradualmente la consistencia de los alimentos que deben respetar la capacidad de deglutir y de masticar del niño.
Para evitar los riesgos de atragantamiento, es importante que el niño coma sentado con la espalda derecha y no se le dé de comer cuando ríe o llora: a esta edad todavía necesita la presencia constante de un adulto en el momento de comer.
A partir de los 12 meses el niño hará entre 2 y 3 comidas por día, comerá como vosotros, con alimentos aún picados, si es necesario, más 2 meriendas con fruta o yogur entero y la leche materna – en su defecto, la leche de vaca entera o la leche enriquecida (leche para 1-3 años).
